En un bol mezclamos el muesli sin gluten, las nueces picadas, los nibs (reservando unos pocos para decorar), los copos de avena sin gluten, el coco, la miel y las semillas de chía. Cubrimos con el zumo de manzana, mezclamos todo bien y dejaremos enfriar en la nevera la noche de antes, o unas 2-4 horas antes de consumirlo.

A la mañana siguiente, o por la tarde a la hora de la merienda, al bol le añadiremos las moras y frambuesas, el yogur, un chorrito más de miel y mezclaremos todo bien hasta conseguir un rico yogur con muesli.

Lo servimos en vasos o boles individuales, acompañados de unas moras, unos nibs por encima e incluso el topping que más te guste.