Kefirko te ofrece los utensilios necesarios, fabricados en materiales seguros y libres de tóxicos ideales para conseguir alimentos más nutritivos y fáciles de digerir de una forma muy sencilla.
Con Kefirko puedes elaborar fermentados en casa de manera que dispongas de probióticos de alta calidad, frescos y de gran importancia a nivel nutricional para mantener la salud de tu microbiota y salud intestinal.
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Hacia el año 2014, Marco Borko funda la empresa eslovena con su socio Andrej Glazar, dedicada a la fabricación de utensilios de fermentación ideales para preparar todo tipo de Kéfir, quesos, kombucha, germinados, incluso cosmética probiótica, etc., de forma práctica y muy sencilla.
Los comienzos de la historia de Kefirko no fueron fáciles. Marco, amante del kéfir, realizaba recetas en casa resultándole un proceso muy engorroso. La idea de inventar un envase innovador que permitiera preparar rápidamente la receta tradicional le llevó a pensar en múltiples posibilidades para mejorar el proceso de elaboración de kéfir y aprovechar así su gran valor terapéutico y nutricional.
Sus ideas fueron apoyadas por muchas personas a través Kichstarter, la empresa estadounidense que ofrece una plataforma tipo crowdfunding para recaudar fondos y llevar a la práctica proyectos novedosos.
En la actualidad Kefirko cuenta con la ayuda de Urska Fartelj, chef eslovena que comparte recetas y consejos útiles para elaborar recetas caseras.
Además, hoy día cuenta con una amplia gama de utensilios de cocina de máxima calidad especialmente pensados para ayudar a obtener alimentos saludables ricos en vitaminas, enzimas, minerales, ácidos orgánicos esenciales, enzimas y lactobacilos, que aportan las cualidades probióticas ideales para el cuidado de la salud intestinal y para favorecer la digestión:
Unos 200 g aproximadamente.
Similar a un queso blando tradicional.
Un sabor agradable ligeramente ácido.
Temperatura ambiente (20-24ºC) para un sabor más agrio o la temperatura de refrigeración para un sabor menos intenso.
No, únicamente necesitas fermentar la leche previamente para poder hacer el queso.
Cada cierto tiempo es conveniente que se reactiven los gránulos con leche animal para garantizar que los gránulos reciben alimento suficiente. Además, no olvidar agregar azúcar para reactivar los gránulos.
Puede estar utilizando azúcar moreno sin refinar que contiene algunos minerales y provocar un exceso de mineralización. No obstante, el aporte de minerales a los gránulos es importante para que se reproduzcan.
Agregar bicarbonato de sodio, media cucharadita de melaza y azúcar sin refinar.
La parte sólida y el suero se separarán por lo que mezclar con una cuchara para obtener un queso en crema y colar los gránulos con la tapa colador.
Entre 12 y 24 horas. A partir de las 8 horas la leche se volverá más espesa.
Consistencia algo más espesa y sabor ácido.
Sí, se recomienda lavarlos con agua tibia no clorada cada vez que se cambie de leche, una vez estén activos no hay que lavarlos.
Leche entera fresca/pasteurizada de vaca, cabra, oveja o de origen vegetal. Si se cambia de leche muy pronto se necesitarán más días para activar los granos debido al cambio de ingredientes provoca que los gránulos necesiten más tiempo de adaptación.
Cambiar la leche cada 24 horas hasta observar signos de fermentación.
Dejar fermentar la mezcla durante 2 días y repetir el proceso hasta observar signos de fermentación.
El cloro puede matar los microorganismos del kéfir.
